Acabo de terminar mi autobiografía. Cada libro que escribo tiene su momento, y sentía que era el momento de éste. Me hace ilusión que Almudena haya dejado su huella en este libro.
Empecé a escribir con 39 años. Hasta entonces no lo había hecho nunca, y la sensación de escribir es muy especial. Uno no sabe lo que va a salir de su cabeza hasta que sale, y eso tiene su punto de mágico. Además estoy convencido de que mis libros pueden ser útiles. Como en todo, habrá una parte de ilusión, pero las ilusiones cuentan y mucho. Hace mucho tiempo, tenía ilusiones que no pude cumplir. En los últimos años, muchas se han cumplido. Conocer a Sergio ha sido una bonita ilusión cumplida y ha llegado en el mejor momento. Podría dedicarme a escribir libros de auto-ayuda para la población general, y quizás algún día escriba algunos. Si no lo he hecho todavía es porque las personas que sufren son mi prioridad.
«Si alguna vez has probado algo que te ha hecho sentir un algo especial, es una señal que conviene que prestes atención. Hay personas que necesitamos ese algo especial para vivir. Si tienes la suerte de que otras cosas se van pegando a ese algo, incorpóralas también a tu vida. Así se construyó mi día y es un placer al que no renunciaría por nada del mundo»