Antes tenía la sensación de que mi futuro no iba a ser muy diferente de mi presente. El problema es que, con trastorno bipolar, mi presente era como una sopa sosa y no sabía cómo mejorarlo. Esporádicamente, un atracón de sensaciones placenteras llamado manía. Ahora tengo la sensación de que mi futuro no va a ser muy diferente de mi presente. La suerte es que ahora mi presente es rico-rico y no sé cómo mejorarlo.
Aunque pensar en el futuro es lo menos útil que podemos hacer con nuestro tiempo, yo suelo hacerlo a menudo. Se ve que no debo dar mucha importancia a la utilidad en mi vida últimamente. Sé lo que voy a hacer en los próximos doce años porque me ha costado cuarenta años descubrirlo. Me siento muy afortunado porque podía haber seguido golpeando la piñata otros cuarenta sin que hubiera caído ningún caramelo. Ahora que caen todos los días unos cuántos, me pregunto:
-¿para qué voy a cambiar?
Hace tiempo que no cambio mucho lo que hago, aunque me ocupo de mejorar la manera en que lo hago. Añado algunas cosas y quito otras, cambio las prioridades o el tiempo que dedico a cada una de ellas para avanzar en las más importantes. La primera vez que vi algo claro proyectado a futuro fue hace más de diez años. Ahora sigo proyectando a un futuro cercano y a un futuro lejano. Te lo recomiendo. Aunque el final de la película no se parezca mucho, es bueno que lo hagas :))