Cuando escribo de ciencia aprovecho para relacionarla con mi experiencia. Si aprendes algo sobre el trastorno bipolar y tu propia experiencia, mejor que mejor.
Habrás leído ya más de una vez que el trastorno bipolar tiene una componente genética importante. En algunos casos puede ser, quizás no en todos. A veces, me gusta pensar sobre mi caso particular. Si te dedicas a la ciencia pensarás que es una tontería. Puede que sí y puede que no. Si eres curioso de verdad, me extrañaría que lo pensaras.
He llegado a la conclusión de que mi carga genética, por llamarla de alguna manera, debe ser leve. Mi padre ha vivido y sigue viviendo en la cresta de la ola. Quizás sea una persona vulnerable a la enfermedad que nunca ha llegado a debutar. Tiene muchos rasgos de personalidad que pueden reflejar la biología que se esconde detrás de la bipolaridad. Esto me hace pensar que una parte de él me haya podido llegar en forma de espiral de ADN. Sea como sea, una vez que has vivido la intensidad de la euforia, te da igual si la genética ha tenido mucho que ver o no. Ya eres más vulnerable que los demás a volver a experimentar el desequilibrio.
Aunque se desconoce la genética de la enfermedad, aquí puedes ver los últimos avances descubiertos que servirán para el desarrollo de nuevos fármacos. Espero no necesitarlos.