Hoy he hablado con Sergio y he tenido que decir «no» a algo que me habría encantado decir «sí». Lo he hecho para evitar el desgaste. Le apoyaré en todo lo que pueda cuidando de mis tiempos.
Hace años iba muy cegado. Aprendí poco a poco a pensar en las consecuencias de algo antes de decidirme. Pocas veces he tenido que echarme atrás y no me arrepiento de haberlo hecho. La primera vez, no poder dormir fue suficiente. Aunque ahora ya no tengo los problemas de estrés que tenía antes, quiero seguir sintiéndome bien. Si hago más de la cuenta, sé que pierdo algo importante. Iré añadiendo cosas sobre la marcha a mi rutina pero siempre con límites. Ya estoy muy comprometido con el trastorno bipolar y quiero continuar durante los próximos años. Apoyaré toda iniciativa individual con parte de mi tiempo y todo mi conocimiento. Es lo más útil que puedo hacer por los demás.
«El estrés significa no poder parar la máquina de pensar. Cuando me pasaba, me obligaba a para o a un descanso. Si te pasa es señal de que algo no va bien. Cualquier cosa que hagas es mejor que no hacer nada. Después del estrés también me ayudó pensar en qué podía hacer para evitar el desgaste. Llegar al origen que te causa estrés no es tan fácil«
Hay 2 comentarios en este articulo
Hola, Alberto.
En mi caso, yo estoy convencido de que desarrollé mi trastorno bipolar gracias al estrés. No a un estrés puntual, sino a un estrés de años, generado por una angustia indefinida y creciente desde mi más temprana juventud. A ver, no estoy diciendo que el estrés cause la bipolaridad, evidentemente hay que tener la «semillita» dentro. Pero a día de hoy, y ya han pasado muchos años, estoy convencido de que bajo otras circunstancias psicológicas es muy posible que el «bicho» jamás hubiera despertado en mí.
Evidentemente, en mi vida personal le doy mucha importancia al estrés y trato de reducirlo lo más posible. Y es que el estrés hace vivir la vida distorsionadamente, lo cual, si bien se piensa, es lo mismo que hace la bipolaridad, ¿no?
Un abrazo.
coincido con tu comentario, Carlos. Lo de la semillita es una manera sutil de hablar de predisposición genética. Predisposición no es determinismo, y el cerebro es plástico.