Aunque soy una persona tranquila, me gusta el movimiento. Necesito moverme y cambiar de decorado me da vida. Un día aquí y otro allí me hace sentir más vivo.
Hay personas que se estresarían yendo de un lado para otro. Lo más importante es que conozco mis necesidades y las atiendo siempre que puedo. Ahora cocino dos días mucho para descansar los otros cinco. He tenido que cambiar mi rutina porque tengo nuevas obligaciones y ahora he aprendido a disfrutar de una manera diferente. Para sentirme bien necesito libertad, como estos caballos. Hace muchos años me sentía ahogado y caí en varias depresiones. Mi última depresión ya está muy lejos pero es imposible de olvidar. Han pasado más de doce años y veo muy difícil que vuelva a caer en una depresión. Después de descubrir lo que me mueve es mucho más fácil sentirme bien. La escritura y la lectura ya no me mueven como antes, pero he encontrado otras cosas que me hacen sentir bien. Me siento muy afortunado porque sé que muchas personas con trastorno bipolar no tienen buena salud.
«Cualquier cosa que me mueva sin mucho esfuerzo me sirve. Aunque hay cosas que no me hacen disfrutar como antes, sigo haciéndolas porque son importantes para otros. Si pones el foco en los otros, te moverás por los otros. Cuando empiezas a hacerlo, te das cuenta de que la vida es mucho mejor. Tú estás mejor, y los demás también. No siempre, pero es mejor que pensar sólo en ti»