Hoy he puesto mi foto de Facebook porque quería comentar algo respecto a mi experiencia. He leído en un blog que también se llama Esperanza Bipolar y que han actualizado recientemente lo siguiente:
«Manteniendo la intención de comprender la enfermedad desde la experiencia subjetiva».
En realidad, no me importa quién está detrás de este blog ni su intención. Sólo voy a aprovechar su comentario para hablar de mi experiencia para aclarar quién es el blogger que te escribe y a qué se dedica. Las experiencias no son objetivas ni subjetivas, son experiencias. Sin embargo, sí que es verdad que traté de comprender qué se escondía detrás de mi enfermedad y encontré muchos porqués. Para saber lo que realmente importa hay que escuchar a quien padece la enfermedad. Pocos lo hacen. Durante el mismo tiempo me dediqué a leer y aprender a través de la lectura y las personas diagnosticadas con trastorno bipolar. Lectura de libros de neurociencia, entre otros muchos. Me siento un aprendiz y el interés por aprender me llevó a la fuente. Más tarde me dediqué, y sigo haciéndolo, a ayudar a personas que padecen o sufren la enfermedad.
Hablar de experiencia subjetiva huele a «ciencia». A veces, la ciencia también tiene sus miedos. Miedo a lo que no lo es, y puede ser tan útil como lo que sí lo es. Incluso más. En nombre de la ciencia, también se hacen muchas cosas todavía al revés. Evidentemente no es mi responsabilidad, cada cual ejerce la suya. Quien tiene miedo no evoluciona. La ciencia no debería tener miedo si quiere evolucionar. Ni soy médico ni voy a curar a nadie. Hablar de curación en una enfermedad mental es como hablar de las magdalenas con mayonesa. No sirve de mucho y es imposible sacar un buen sabor de ese debate. Siendo más práctico, me dedico a sacar muy buenos sabores de lo que hago y de las personas que me rodean diagnosticadas con esta enfermedad.
Hablar de experiencia subjetiva es como hablar de enfermedad mental objetiva. ¿Sirve de algo? Me temo que no. Sólo para ahuyentar miedos. Hay muchas frases de este comentario que sí puedes considerar como opiniones subjetivas. Leo a diario en prensa tantas opiniones subjetivas de expertos sobre la enfermedad, que no voy a dedicar este blog a comentarlas. Soy constructivo. Simplemente me he permitido el lujo de dejar aquí un comentario más personal. ¿Subjetivo? La subjetividad la valora siempre el lector. Es decir, tú 🙂