Llevo muchos años renovando mis ilusiones. Desde que empecé a hacerlo me deprimí sólo una vez. La mayoría de mis ilusiones ahora están centradas en los demás y me motivan bastante.
Cuando termina un año, siempre escribo en mis agendas o en el blog Esperanza Bipolar mis ilusiones. No siempre se cumplen, y muchas veces ni me preocupo por volverlas a leer. De vez en cuando, abro una página de la agenda y me llevo una sorpresa. Antes mis ilusiones estaban más centradas en mí, ahora la mayoría están más centradas en los demás. Desde que empecé este cambio me siento mucho mejor.
En la página de Enero hay tres letras que representaban mis ilusiones del año que termina. Son las iniciales de cuatro personas que son importantes para mí y por las que yo había decidido cambiar pensando en ellas. Las cuatro estaban sufriendo en mayor o menor grado. A una decidí dedicarle todo el tiempo que fuera necesario porque vive cerca, y a las otras tres estar para ellas para que se sintieran mejor. Tres de las cuatro se sienten ahora muy bien, la tercera tendrá que esperar. Es un gran amigo que aprecio y está pasándolo mal de nuevo. Él será mi prioridad del 2020. Sé que yo no soy el mayor protagonista de la historia, pero soy consciente de que he contribuido con mi parte.