Dicen que es mejor una buena pregunta que cien buenas respuestas. A partir de ahora, escribiré una vez a la semana para ti las mejores preguntas para que pienses en ellas.
Mi mayor activación siempre fue intelectual. Para un pensador como yo, esta tendencia natural fue un riesgo durante algún tiempo. Ahora ya no, porque aprendí a desactivar el exceso que me causaba el daño. Aprendí a utilizar la inteligencia con inteligencia. En situaciones de estrés todos pensamos más de la cuenta. Sin estrés, cuando algo te da placer, vuelves a repetir sin darte cuenta. Así es como se forman los hábitos. Cuando sobrepensar me provocaba sensaciones hipomaníacas, no era consciente. Al darme cuenta, aprendí estrategias para parar las sensaciones. Al final, logré hacer cualquier cosa sin sentir las sensaciones que indican un riesgo.
«Ahora te toca a ti. Para facilitarte un poco el proceso, recuerda la última crisis de manía o hipomanía. Quizás lo hayas hecho ya antes, pero es necesario pensar en los porqués. Sólo recordar de manera superficial tampoco sirve. Si puedes recordar a ratos, y sacar algo en claro cada vez, puede que estés más preparado o preparada para que no te vuelva a pasar.»