Hablando en Esperanza Bipolar de arriesgar alguien habló de ceder. Me llamó la atención que los que pensamos en que nos vendría bien ceder seamos los que tendemos a ceder. Me lo estoy trabajando.
Los que nunca ceden ni se lo plantean. Saber si ceder o no ceder es un arte. Qué ceder tiene más de ciencia. Durante muchos años tuve el sí por defecto. Aprendí tarde a decirme «sí» y a decir «tú sí, pero yo también…» más tarde todavía. No me planteo si pierdo o gano, pero me preocupo para que mis necesidades más importantes estén cubiertas. Como no vivo aislado en una cabaña, tengo en cuenta a los que me rodean y son importantes para mí. Una vez un amigo me dijo muy serio que yo estaba equivocado cuando pensaba que sabía lo que necesitaban los demás. Tocado y hundido. Yo pensaba que mi ex-mujer me necesitaba cuando me pidió el divorcio. Vamos, que te doy calor cuando estás sudando.
Si es difícil saber lo que necesitas, es probable equivocarse imaginando lo que necesitan los demás. Para eso se inventaron las preguntas y las conversaciones. Yo tuve que descubrir mis necesidades para superar el trastorno bipolar. Me mantengo bien gracias a que me doy lo que necesito. Son pocas cosas y no cambian mucho en el tiempo.
Manía y depresión eran dos caras de un mismo sentimiento: el sentimiento de ser capaz. El sentimiento de incapacidad me llevó a la depresión. Uno siente que es incapaz cuando está deprimido, pero lo importante es que una persona se deprime si se siente incapaz durante mucho tiempo. En el extremo opuesto, mi manía se activó con una sensación física inesperada cuando tenía poco más de treinta años. Piensa en tu manía: dónde estabas y qué deseabas desesperadamente. Aprenderás cosas sobre ti.
«No saber ceder lleva a la soledad. Ceder incondicionalmente lleva a que se aprovechen de ti. Por necesidad se entra en un círculo vicioso que no es tan sencillo reconocer. Dependiendo de lo que hayas vivido reaccionarás en automático. Si reconoces tus reacciones y consigues romperlas, aprenderás algo nuevo. Siempre con el objetivo de sentirse bien»