Primero busqué la tranquilidad. Al final encontré la felicidad. Como proceso en dos pasos me parece una buena guía para recuperarse del trastorno bipolar. Ahora miro atrás para explicarte algunas cosas.
Incluso buscando la tranquilidad es difícil estar tranquilo. Siempre hay sorpresas o personas que te sorprenden para mal. Frente a estas situaciones sólo se puede pasar el trago y aprender algo de cada experiencia. Tranquilidad no significa aburrimiento. Yo tengo una vida tranquila que me resulta muy estimulante. Lo importante es lo que te parezca a ti, no lo que le parezca a los demás. Yo necesité muchos años de tranquilidad para llegar al punto en el que me encuentro ahora. Ya no siento el tipo de estrés de riesgo con trastorno bipolar. Antes era lo que más limitaba lo que podía hacer. Al quitarme esa carga me siento más libre que nunca. Ahora ya no tengo que pensar «esto sí y esto no». Espero tener años por delante para poder disfrutarlo como nunca pude hacerlo.
«Si no eres feliz es probable acabar con una depresión. Si sufres de estrés donde estás, también. Por este motivo felicidad y tranquilidad son tan importantes con trastorno bipolar. Yo no era feliz y sufría de estrés. Pasé varias depresiones, brotes psicóticos, manías e ingresos en psiquiátricos. Sé cómo he llegado a recuperarme y reconozco que no es fácil»
Hay 2 comentarios en este articulo
Sólo puedo darte la razón. La tranquilidad es nuestra cura. Si nos curamos podemos empezar a ser felices. Y entonces a lo mejor podemos empezar a meternos en otras aventuras... (pero nunca en la rueda anterior, claro).
La rueda anterior mejor ni tocar. :)