Hace un mes estuve con una persona que no me conoce mucho, pero quizás más de lo que yo creo. No es tan raro que las intuiciones o sensaciones que tienen los demás sobre uno mismo sean más objetivas que las que uno mismo tiene sobre su «mecanismo». Aprovecho la oportunidad para recomendarte que aproveches siempre que puedas la oportunidad de aprender de lo que los demás ven en ti. No es difícil descubrir siempre algo nuevo, especialmente con las personas que te conocen bien y tienen mucha relación contigo. Yo lo acabo de hacer con mi mujer, y aunque ella no lo sepa todavía, suelo tener en cuenta lo que me dice cuando me ve enfadado y tengo que soltar presión.
Volviendo a la persona que me ha provocado escribir este comentario, su frase decía algo así como: «Ah, tienes que evitar sobrecargarte«. Cuando la escuché me sorprendió y pensé, como suelo hacer a menudo, que sobrecargarse es una expresión demasiado genérica. Sin embargo, pensándolo bien, creo que se comprende muy bien y seguro que la entiendes. Mi «sobrecarga» siempre vino por una mezcla de ansiedad por disfrutar de lo que hacía al límite – o al menos intentarlo- y las muchas dificultades que acababa siempre por encontrarme. Ir ciego a por el logro sin disfrutar del día a día. Aunque si volviera a mi profesión, sé que seguiría siendo incapaz de disfrutar de la actividad profesional que desempeñaba. Lo que sí creo es que ahora sabría mucho mejor cómo enfocarme porque me conozco mucho mejor.
Mi experiencia es muy posible que no tenga nada que ver con la tuya. Aunque así sea, he encontrado rasgos comunes entre muchas historias -vidas- que conozco. Incluso en el caso de que no te sientas identificado con este comentario, creo que uno siempre puede aprender «algo» de la experiencia de los demás. Siempre trato de sacar la esencia de mi experiencia sin entrar en detalles para que sea más fácil de transmitir. No resulta tan difícil proyectar algunas de las conclusiones a la experiencia personal, sea cual sea el «problema» en cuestión. No quiero decir con esto que el trastorno bipolar sea un «problema» como otro cualquiera, pero sí que detrás de los síntomas se pueden esconder muchos problemas que uno debe ir resolviendo para sentirse mejor.
Puedes pensar en lo que te sobrecarga, no es difícil descubrirlo. Aprender cómo superarlo o prescindir de ello son dos posibilidades. Tan válidas la primera como la segunda. Para no sobrecargarme necesito dedicar dos horas de descanso por cada hora de actividad. Pero estoy igualmente ocupado sábado y domingo. Siento que mi salud lo merece, y además, me doy cuenta de que cada año hago siempre un poco más. Me siento muy bien dando lo mejor de mi mismo, y algo que nunca he vuelto a hacer es darme un «atracón » sin pensármelo antes. No dos veces, sino cuatro.
Me encantaría que me comentaras qué te gusta del blog y lo que no. Antes de final de año, tengo pensada una sorpresa para ti que espero te guste. No es márketing, es una sorpresa 🙂
Hay 5 comentarios en este articulo
Recibí el diagnóstico de TB hace aproximadamente dos meses, tras sufrir un ataque de pánico y venir de una depresión de casi 20 meses.
Después de leer bastante acerca del tema y de haber asistido a algunas reuniones en una asociación de Madrid, este blog supone para mí una isla. Una isla que invita a la reflexión entre una marea de información que me ha aclarado más bien poco acerca del diagnóstico.
Pienso que el concepto de "creencia" juega un papel importante en el posicionamiento del paciente ante el problema. Me entristece mucho cuando un compañero del grupo, con toda su buena intención, ha llegado a asegurarme que "es algo contra lo que no puedes hacer nada, porque estás en X fase". Me pregunto entonces que es lo que puedo hacer, en que se supone que debo creer... cuando me encuentre mal, ¿acudo a mi psiquiatra para que me enchufe a pastillas? ¿pongo una vela a la virgen de los milagros para que me ampare?.
Para mí este blog ha sido un encuentro con el "ser". Soy humano, con o sin etiqueta, pero humano. Y en mi cabeza no habita un marciano a quien culpar. Mis problemas y las consecuencias de mis actos, me pertenecen y me responsabilizan. Son míos, y yo soy quien puede disponer de alternativas. Gracias a mi intención de mejorar, a la gente que intenta ayudarme, o a este blog, veo el diagnóstico con algo de luz.
Doy gracias de no haber caído en la autocompasíon, de conservar algo de pensamiento crítico y de no caer en la "creencia" de que mi problema se trata exclusivamente de "un desajuste electroquímico entre neurotransmisores que afectan al sistema límbico". Yo no quiero eso, yo quiero "esperanza".
Me voy a permitir una recomendación que a mí, en lo personal, me está sentando muy bien. Probad a leer lo que dicen las difrentes corrientes psiquiátricas-psicológicas (psiquiatría, cognitivo-conductual, gestalt, psicoanálisis...) sobre el TB o las depresiones. A partir de ahí, de lo que opinan dieferentes puntos de vista sobre un mismo problema, se puede tener una idea mucho más global sobre lo que nos ocurre. Entonces, podemos posiconarnos, elegir con mayor libertad cómo y por dónde queremos empezar a mejorar.
Por último, y en relación a ese posicionamiento, pido permiso a Alberto para copiar un enlace a un debate radiofónico realizado con un paciente con diagnóstico de TB, un psicólogo cínico y una terapeuta psicoanalista. Muy recomendable, ya me dirás.
Un abrazo y mucho ánimo a todos los que os pasáis por aquí.
Gracias, José.
jajajaja... "un psicólogo cínico"... de esos habrá alguno :-p
Un psicologo clínico, quería decir...
Es tan complicado transmitir y que entiendan, por ejemplo, que hay temporadas en las que no puedes rendir adecuadamente, que necesitas dormir, descansar, desconectar, que un día más puede suponer una recaída, ufff.
Y del blog, me gusta la esperanza y calma que transmite. Se nota que quien lo escribe las ha pasado canutas, pero tiene el cerebro bien amueblado, tanto como para lograr vivir en la normalidad. Para mí es un ejemplo a seguir en momentos como estos, en los que no sabes si la presión, el clima, las relaciones, o los neurotransmisores juegan en tu contra. Me gustan estas reflexiones, las mías suelen ser positivas pero de vez en cuando me descubro escribiendo desde el abismo.
Jose, te agradezco tu comentario. En especial que hayas visto que lo único que hay detrás de este blog es una persona y una experiencia. Oir hablar de fases como si fuesen olas del mar que si no vienen hoy, vienen mañana, tampoco creo que refleje la enfermedad en todos los casos. Es más, muchas de las personas que conozco han encontrado cierto sentido a lo que han vivido. No en todos los casos, ni creo que eso te garantice que nunca más va a volver a revolcarte una ola. En cuanto al comentario de los libros, yo recomendaría leer mucho sobre la enfermedad y sobre otras muchas cosas que tú también recomiendas. No he encontrado ni un solo libro que no me haya enseñado nada respecto a mi vida, a cómo pensamos todos o casi todos, y lo que nos afecta. Puedes dejar cualquier enlace a videos, blogs, páginas web... este espacio es de todos y me encantaría que escribieras en él cuando creas que puedas ayudar con tus comentarios :)
Gracias por escribir. Coincido contigo en que nosotros necesitamos pausas para poder descansar cuando estamos psicológicamente saturados. La sociedad puede que no lo entienda, pero pocos lo explican con claridad como tú lo has hecho. Ya no suelo leer mucho sobre la enfermedad pero cuando lo hacía y leía comentarios diciendo que uno puede llevar una vida como los demás y hacer cualquier cosas como los demás.... alguno habrá, pero creo que son excepciones. De hecho, muchos lo que hacen es sufrir mucho y tener una vida más limitada que los demás. Yo trabajo especialmente por cambiar la vida de estas personas.