La sonrisa estaba ahí, alguien la pintó. Yo pasé por ahí y saqué la fotografía. Una sonrisa siempre tiene uno o varios motivos. Yo era feliz y ahora estoy feliz. Con Estíbaliz todo es bueno.
Mi salud no es muy buena, pero no importa. Aprendí a vivir con el dolor físico y otras molestias. En los últimos años lo pasé mal y también viví algunas situaciones que preferiría no haber vivido. Me equivoqué más de una vez e intenté hacer el menor daño posible. Seguro que no lo logré. No me hago responsable de todo pero sí miro siempre dentro para aprender de mi experiencia. Si de nuevo he encontrado el amor es por un motivo simple: no dejé de intentarlo. Soy una persona de querer y he encontrado a una mujer de querer. Cuando a dos personas les gusta dar, y darse, todo es mucho más fácil. Estoy disfrutando mucho y saboreando cada momento de una manera muy especial. Tranquilo, sin presión, sin miedo. Con trastorno bipolar no tener miedo es muy importante. Yo no sufro la enfermedad, pero algunas cosas todavía condicionan mi vida. Estoy seguro de que somos muy diferentes a los demás en algunos rasgos. Yo pulí muchos pero otros muy profundos morirán conmigo.
«El amor es el fármaco ideal. Tranquiliza e ilusiona. Si un laboratorio fuera capaz de sintetizarlo se haría de oro. Si tú eres capaz de encontrarlo y cuidarlo, los laboratorios perderán algo. Siento un amor tranquilo y esa clase de amor no tiene contraindicaciones. No vuelo con la imaginación pero vivo ilusionado. No espero nada y espero todo al mismo tiempo. Si aprendes a confiar, la confianza cambiará tu vida«