No es la primera vez que voy a escribir sobre un tema motivado por lo que he leído en alguna página web de las muchas que hablan sobre el trastorno bipolar. La mayoría de las fuentes de información hacen sus propias recomendaciones. Así todo, no he leído más de seis diferentes, por decir un número. Muchas se repiten porque son importantes. Al menos, para la persona que cree que lo son.
En realidad, la labor a la que me dedico desde hace tres años desde aquí es la misma. Solamente tú puedes descubrir si lo que aquí te cuento puede servirte o no. Los cientos de páginas que componen este blog tienen ya la extensión de un libro. Siento que leer sobre este tema no sea divertido, pero sufrir tampoco lo es. Si llegas aquí por primera vez, quiero contarte algo. Llevo más de cinco años dedicado a aprender de mi propia experiencia y de la experiencia de otros. Además de lo mucho que me han enseñado los expertos en neurociencias. Cinco años: casi el mismo tiempo que llevo disfrutando de la vida. Mi recomendación es que leas dos comentarios a la semana. De esta manera podrás alcanzarme.
Volviendo al título del post, una frase me llamó la atención entre otras porque me recordó la actitud de una persona que conocí hace tiempo; el padre de un buen amigo que sufrió la enfermedad casi tanto como su hijo. Con toda seguridad, de diferente manera. El sufrimiento no se pesa en kilogramos. La frase hablaba de el entorno del enfermo y decía que «el entorno adecuado es aquel que te cuida». También decía que «es más importante ser amado que amar». Dos frases que me impactaron y las apunté para no olvidar. Aunque no esté de acuerdo con ninguna de las dos.
Es muy importante que te cuiden si necesitas cuidados. Ni todos necesitamos cuidados, ni todos quieren ser cuidados. Ni todos aceptan los cuidados de cualquiera, ni los cuidados que te pueden ofrecer son siempre los que realmente necesitas. Y hablando de cuidados: ¿Cuántos saben realmente cuidar?. ¿Y cuántos que te pretenden cuidar pueden estar necesitando «cuidado» de ti o de otros?
Mi mujer me cuida, y a mi me hace ilusión que lo haga porque sé que ella es feliz así. Yo, en su lugar, haría lo mismo. Aunque es muy posible que no lo hiciera tan bien como ella. En eso, es una verdadera experta. Aunque no me gusten mucho los expertos, con ella hago una excepción :))
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Más de una vez me he dicho que tengo una sensibilidad especial y lo he oído repetir en otras personas afectadas con esta enfermedad de los afectos, sólo para confirmar que es un modo de sentir especial o distinto el que tenemos. Ahora bien me estoy dando cuenta de que esto en mí no deja de ser otra moneda con sus dos caras, pues en ocasiones me muestro sensible, tierno, afectuoso y amoroso para con los demás y en otras poco me cuesta hacerlo de manera tosca, brusca e hiriente para con el sentir general. A mi favor queda el examen de conciencia o repaso que suelo hacer para pedir disculpas si pienso que he molestado más de la cuenta.
Esta sensibilidad mía pienso que tiene mucho que ver con mis vulnerabilidades o carencias afectivas por las que se me cuelan actitudes, gestos o palabras que de no tenerlas serían convenientemente contenidas. Pero al mismo tiempo me permite empatizar con el prójimo, ponerme en su pellejo y suavizar mis asperezas.
No sé si lo he dicho aquí en algún momento, pero hubo un día que me quejaba a un hermano de manera casual y sin darle mucha importancia con una frase de "Si a mi no me quieren" y su respuesta pronta y contundente fue "Pues quiere tú". Me llegó hasta el fondo y me dio la vuelta.
Me gusta ser amado, pero más me gusta amar. Mirar a mi interlocutor a los ojos, apreciar su rostro, sus gestos, sus palabras, sentirme unido a él o ella de manera unidireccional hasta que aparece la magia en la que de alguna manera se me devuelve lo mismo con creces y sin quererlo.
Sigo ejercitándome en ello, pero veo que su éxito depende del modo y manera que me quiero a mi mismo. Si estoy saneado, si esa importante autoestima no zozobra, hacer esto es una gozada, pero ay! si ando haciendo aguas.... entonces únicamente puedo dedicar todas mis artes amatorias en la reparación del barquito.
Es el buen consejo que he recibido: ama a los demás, pero empieza primero por ti mismo, entonces podrás amar al prójimo como a ti mismo.
Fin de la reflexión
Que tengas un buen día
Theoros
Theo, gracias por ser tan fiel a este blog. La sensibilidad tiene que ver con muchas cosas. La principal: la naturaleza. Uno es sensible y otro no lo es, de la misma forma que uno es tímido y otro es sociable. Yo creo que no he perdido mi sensibilidad, sino todo lo contrario. La exploto todo lo que puedo :))