La pregunta no tiene mala intención. He pensado en hacer la pregunta para explicar que yo sí me sentí un fracasado durante mucho tiempo y que las depresiones que sufrí tuvieron mucho que ver con el fracaso y la sensación de que no había ninguna salida a mi situación. Cuando leo que la depresión bipolar está relacionada con problemas en los mecanismos reguladores del estado de ánimo de una persona diagnosticada, me pregunto: ¿Y quienes no están diagnosticados con trastorno bipolar? ¿Ellos sí se deprimen por motivos objetivos? Una vez que uno tiene un diagnóstico parece que ya no tiene ni derecho a tener motivos para deprimirse. Se deprime porque la biología lo determina.
Después de sufrir una primera depresión, es muy frecuente sufrir nuevas depresiones. Esto lo desvelan las estadísticas, que son datos moderadamente objetivos. Tampoco es tan raro acabar deprimido sin saber porqué cuando uno lleva mucho tiempo sufriendo. Yo también me he deprimido en alguna ocasión sin saber muy bien porqué. Incluso cuando me ha sucedido, me he tomado la molestia de pensar un tiempo después qué me pudo llevar otra vez allí y siempre he encontrado algo. No siempre ayuda mirar atrás pero muchas veces ayuda a no caer en los mismos errores.
Mi vida profesional podría calificarse de fracaso. Aunque suelo pensar que mejor me hubiera ahorrado algunas cosas, hay quien me dice que seguramente todo lo que he hecho en mi vida me ha ayudado a estar donde estoy y a hacer lo que hago. Y tienen razón. Esforzarme durante mucho tiempo aunque fuese un viaje a ninguna parte, también es parte importante del viaje. Fracasé muchas veces, y busqué otras tantas una salida al fracaso. No acerté ni a la segunda ni a la tercera. Acerté cuando tiré la toalla y me di cuenta de que la vida era algo más que nadar contracorriente. Podría decir que mi vida, en cierta manera, fue un fracaso hasta hace bien poco. Después de conocer el fracaso y su reverso, el bienestar, reconozco que gran parte de lo vivido también tuvo su origen en malas elecciones. Cuando uno anda perdido, no le queda más remedio que hacer elecciones continuamente en busca de algo nuevo a lo que agarrarse. Que yo recuerde, me agarré en falso a tres salvavidas. Ninguno me ayudó a flotar. Me hundí otras tantas veces. Sufrimiento, y hospital y fármacos como mecanismos de rescate. Todo quedó atrás. Ahora ya no necesito más que lo que tengo que es mucho. Siempre tuve mucho, pero tenía la sensación de que me faltaba algo. Si tienes lo que necesitas no te faltará nunca nada. Yo pensaba que necesitaba mucho más que aquello que realmente necesitaba.
Hay 10 comentarios en este articulo
Hasta Maradona se sintió fracasado aún con todo el éxito profesional que tenía. Cuando vas por la vida dando tumbos porque tu bipolaridad te impide materializar proyectos o mantener un trabajo. Empiezas a cuestionarte a ti mismo. La incapacidad para controlar tus emociones te hace pensar en un defecto de carácter. Tus amigos y tu familia tampoco saben lo que te pasa. Por eso es que el diagnóstico te libera y consigues herramientas para lidiar con esta condición crónica. Lejos de ser una limitación, empiezas a construir tu vida sobre bases más sólidas.
desde que hice las paces con mi pasado (siendo muy comprensiva) y desde que me quiero y me cuido a mi misma, ya no me siento fracasada
Es bueno el viaje del autoconocimiento. Es la vetdadera forma de saber cuales son nuestros limites y poner una solucion practica. Todo lo que nos ocurre en la vida sirve para construir nuestro propio yo.
¡Hola! son interesantes tus reflexiones, te dejo el enlace de mi blog, donde también comparto experiencias sobre la enfermedad. Saludos!!
Asi es, Alexis. Todo el mundo vive algún fracaso, unos más y otros menos, unos mayores y otros menos sonados. A mi también me truncaron los síntomas algunas ilusiones, y la vida en general. Ahora todo ha cambiado porque no he hecho en falta nada importante y mi vida es mucho mejor de lo que nunca antes pude imaginar. Controlar las emociones para mi no es tan importante, me parece más importante saber qué hacer con ellas. Es algo que uno no acaba nunca de controlar, entre otras cosas, porque somos personas, y las personas nos emocionamos, no? :)
Irene, me alegro muchísimo por ti. ¿Cómo hiciste las paces con tu pasado? Me parece tan importante que le dedicaré un día un comentario. Gracias por escribir :)
Así es. Yo también tuve que pasar por ahí para llegar hasta un hoy más que saludable :)
Gracias, me alegro de que te hayan parecido interesantes. Vuelve a dejar el enlace a tu blog porque no ha quedado guardado en tu comentario. Me gustaría visitarlo y que pudieran hacer lo mismo todos los lectores :)
Empezado hace pocos días a leerte Alberto,y me encanta leerte.Yo no sufro de trastorno bipolar ,pero si una persona muy allegada a mi.Muy buena reflexión, las personas que no tenemos la enfermedad también nos cuesta gestionar nuestras emociones....también nos deprimimos....también a veces nos sentimos fracasados.Un abrazo.
Claro, todos somos bastante parecidos :))