Leyendo una entrevista a un artista español, he pensado en esta entrada. Si no te sientes bien, hacer tres cosas todos los días que conviertan tu día en un buen día ayuda mucho.

Para todo el mundo un buen día consiste en hacer cosas que te gusta hacer o pasar momentos agradables junto a otros. Sin eso, es imposible sentirse bien con trastorno bipolar. Disponer de tiempo y de libertad ayuda pero no siempre es suficiente. A veces, hay que descubrir qué cosas son las que te gustan porque lo que te gusta mucho hoy puede dejar de gustarte tanto mañana. Yo, en particular, tengo la suerte de seguir disfrutando de muchas cosas porque no me he cansado de ellas.

Si una de las tres cosas implica estar en movimiento y al aire libre, me da la sensación de que eso beneficia mucho a la cabeza. No todo el mundo lo necesita, pero ventila. Tengo un amigo que casi vive en una cueva y así se siente bien. Otro necesita mucha calle y vida social, y así vive. A cada uno le sientan bien cosas diferentes. Mi impresión es que si una de las tres cosas te gusta tanto que no puedes dejar de hacerla ni un solo día, tu vida tendrá un extra. También pienso que si consigues encontrar una rutina de mantenimiento será más difícil que caigas en una depresión. Evitar la depresión merece la búsqueda de esa rutina. Yo la encontré hace muchos años dejándome llevar.

Hoy le comentaba a un amigo que si me salgo de mi rutina, hay algo en mí que se remueve. Por ejemplo, el orden en que hago cada cosa también es importante. Si hay algo que no puedo hacer cuando «toca», no me siento bien. Todos mis días no son iguales, pero hay muchas cosas que sí se repiten. Lo llamativo es que no me aburro. Muy pocas veces he tenido la sensación de aburrimiento en los últimos veinte años.

«He vivido experiencias muy duras en la vida. Sin embargo, creo que también he tenido golpes de suerte. La depresión me llevó a descubrir los libros, y los libros me llevaron a descubrir el placer de escribir. El trastorno bipolar destapó mi capacidad de pensar de una manera científica para encontrar la salud. La curiosidad hizo el resto»