Y con la ansiedad se van muchos males. Hoy quiero contarte que la ansiedad no ha vuelto a visitarme desde hace mucho tiempo. Aunque la última vez que lo hizo, fui capaz de frenarla en un día, no volver a sentirla me hace sentir especialmente bien. 
La ansiedad viene de la presión que el entorno ejerce sobre nosotros a la altura de la cabeza. Del piso de arriba baja al sistema nervioso en un viaje descendente y se aloja en él como un huésped indeseable. El sistema simpático no tiene nada de simpático. Te hace sentir peor que unas alubias en verano. Tiene su origen en el miedo, el exceso y la presión. Lo que para ti es estresante para mi no lo es, y al revés. En mi vida ya no hay miedo, presión ni excesos. Quizás la ansiedad desaparezca cuando has acabado con estos tres enemigos de la salud. Hoy he leído que la ansiedad es buena para lograr objetivos. Espero que no sea un mensaje dirigido por las empresas farmacéuticas y que la sociedad no trague estos anzuelos que se clavan en la garganta.
Este año ha comenzado muy bien y tengo la sensación de que el comienzo dice mucho de lo que está por venir, aunque las desgracias pueden visitar a uno en cualquier época del año. La nieve es un placer que algunos podemos disfrutar en invierno. Yo lo hice hace tiempo y todavía guardo el agradable recuerdo :))