Nunca es tarde. Pensé que no me quedaba nada por aprender cuando me olvidé de que era un ser vivo. Ahora me toca aprender a joderme.

Joderme es querer algo y no tenerlo. Lo que para un neurotípico es normal para una persona como yo es un castigo. Si esto tiene algo que ver con el trastorno bipolar que baje el Doctor Vieta y lo vea. Lo llamativo es que estoy empezando acostumbrarme en un tiempo récord de un mes. Si te preguntas cómo lo he hecho, la respuesta es simple: jodiéndome.

Dentro de no mucho tiempo te contaré, si sigues aquí, si me he arrepentido de renunciar ahora para tener mañana. Es un salto al vacío que no he practicado desde hace mucho tiempo.

Estoy decidido a volver a disfrutar como antes y lo veo posible. Sólo es cuestión de paciencia y encontrar la manera. Y la manera ya empiezo a verla. Consiste en no recordar lo que tenía porque no volverá. Así de simple y así de difícil. Y sin pastillas ni te cuento.