En una exposición de fotografía me acerqué a un hombre joven. Me invitó a un café y charlamos un rato largo. Volvimos a vernos otro día y le hablé de Esperanza Bipolar y de mis libros.

Ayer me mandó un mensaje diciéndome que después de leer mis libros intuye que es bipolar. Hoy nos veremos para seguir hablando porque tenemos muchas cosas en común. Duerme muy poco desde que era muy joven y eso me llamó la atención. Yo le hablé de mí y él me habló de él. Tuvimos el tipo de conversación que acelera conocerse. También estoy deseando poner todo lo que sé sobre el trastorno bipolar al servicio de Sergio en su nueva organización. Con tiempo, haremos algo muy grande. He conocido personas muy brillantes con trastorno bipolar que ya son buenos amigos. Desde hace tiempo tengo muchas ideas detalladas para dar forma a un nuevo sueño. Ya he cumplido tres y tengo en mente otros dos. Mi amigo don Jose ya está dando forma al suyo.

«Cuando comparto mi intimidad con alguien puede surgir la confianza con la persona. Para mí es lo más importante para mantener una relación. Algunas con el tiempo algunas relaciones se van borrando y he aprendido a no sentir la pérdida. Si una persona te decepciona es por algo. No se trata de buscar culpables, sino de darse cuenta de que no hay nada que se pueda ni se deba forzar»