Esta tarde mi amiga Maite me ha recordado un comentario que escribí hace un tiempo. Esta semana mi gorila ha vuelto a la carga. Hice llorar a mi mujer y esta vez yo también salí bastante herido. Nunca antes me había sentido así. Sentí tristeza, rabia e impotencia. Menos mal que mis buenos amigos me han ayudado a recuperarme.
Mi asignatura pendiente todavía se me resiste. En este año he tenido dos manchas negras que me gustaría que no se repitieran. Sé que tengo siempre motivos para acabar explotando y que seguramente sea muy difícil que deje de hacerlo. De todas formas, seguiré intentándolo. Pasé de ser una persona muy sumisa y que tragaba demasiado a perder el control cuando se me desborda el vaso.
Dar la importancia que corresponde a cada problema no es nada fácil. Yo he aprendido a soportar cosas que dolerían mucho a cualquiera y, sin embargo, puedo perder la cabeza por un gesto, un tono de voz o unas palabras repetidas demasiadas veces. Aceptar a los demás como son es una de las cosas más difíciles de hacer. Yo he aprendido a aceptar a casi todo el mundo como es, pero todavía hay cosas que no soporto. Por lo menos, sé cómo reparar el daño si creo que me corresponde. Aunque sé que nunca se repara del todo. Y lo siento.
Hay 3 comentarios en este articulo
tumbado
cubierto por una brisa susurrante
y arropado
por un sol penetrante
me dejo ir lejos
muy lejos
hacia mi mismidad
sin equipaje
sobrado de todo
como desnudo
contactando
con lo que hay ahí
calma
sosiego
abundancia
y no puedo por menos
que expresarlo
agradecido
Estoy convencida de que aprobarás tu asignatura pendiente. Si existen las recuperaciones en un sistema educativo tan rígido como el que tenemos, imagínate en la vida real!! Y tú con lo aplicado que eres, seguro que acabas sacando buena nota. :)
Maite, no progreso adecuadamente pero agradezco tu confianza en mí. Además, cuando estoy a punto de perderla porque he pensado dejar de examinarme. Besos.