Y con esta publicación terminaré la posible relación entre trastorno bipolar y presente. Aprovecho para aclarar que todos los aspectos que iré relacionando con el trastorno bipolar son conclusiones a las que he llegado a través de mi propia experiencia y otras personas diagnosticadas con las que he compartido conversación.

¿Por qué no es conveniente preocuparse por el futuro?
Porque además de ser imprevisible, el que lo hagas no sólo no cambiará las cosas sino que simplemente las empeorará. La preocupación consume energía, se enfoca casi siempre hacia lo negativo y suele producir bloqueo. Por si esto fuera poco, la mayoría de las preocupaciones son inútiles por una sencilla razón: los problemas, contratiempos y desgracias más importantes que pueden surgir en esta vida nunca avisan. Puedes estar preocupándote porque no te falte leche en la nevera cuando te diagnostiquen una enfermedad grave. O preocuparte pensando que quizás padezcas una enfermedad grave y quedarte sin leche en la nevera. Resumiendo preocuparse es sencillamente inútil. Preocuparse en el sentido de darle vueltas a algo sin tomar una decisión que provoque algún cambio.

¿Y preocuparse sobre el pasado?
No sirve de nada tampoco, es mejor simplemente permanecer atento. Atento a tu entorno y a las posibilidades. Las posibilidades son siempre más de las que aparentan ser.
El sufrimiento emocional siempre es un freno en la vida. Si eres capaz de superarlo, se convertirá simplemente en un poso que siempre estará ahí y no tendrás necesidad ni siquiera de olvidarlo.
Yo mismo, diagnosticado con trastorno bipolar, pasé varios años sumido en la preocupación y me perjudicó notablemente. Sólo un cambio radical en mi forma de vida me permitió gradualmente recuperar el bienestar psicológico.
Aunque estemos casi de vacaciones, déjame un comentario. Me hará mucho ilusión leerlo. 🙂