Vamos a ver cómo seguimos con esta serie sobre trastorno bipolar y autoestima. Hace no mucho tiempo, compartí horas y horas de charla con un amigo diagnosticado con trastorno bipolar, al igual que yo. Hablando precisamente sobre este tema y comentando experiencias llegamos a una conclusión que nos sorprendió. Tanto él como yo, habíamos crecido en un ambiente familiar donde uno de nuestros padres representaban lo que nosotros considerábamos personas con una autoestima, a nuestro entender, exagerada. Es muy lógico pensar que un gran ego, con mayúsculas, pueda debilitar la autoestima circundante. Un árbol frondoso y de un gran tamaño, proyecta una sombra bajo la cual, sólo pueden crecer pequeñas setas que no necesitan enraizar. Las raíces de un gran árbol, dificultarían que uno de un tamaño considerable pudiera crecer a su lado, y mucho menos, a su abrigo.
Desconozco si la inteligencia, en el caso de que pudiera medirse en todas sus formas, es heredable. Las habilidades, destrezas y aptitudes parecen depender más del hábito, la repetición y la insistencia. Incluso la actitud. Si nos miramos en nuestro espejo y queremos ver quienes no somos mal vamos. Si, para colmo de males, queremos ver reflejado en ese mismo espejo la imagen de aquel que corre más rápido, sube más alto o lava más blanco, la decepción está asegurada. Y tras la decepción continuada llega la frustración. Y tras la frustación, el desprecio a uno mismo. Si, por el contrario, nos empeñamos en lavarnos la cara, peinarnos un poco y sonreirnos, será difícil que lleguemos a despreciarnos.
No hay belleza universal ni inteligencia absoluta, todos somos mediocres en casi todo y virtuosos en casi nada. Si tienes la inmensa fortuna de descubrir en lo que es «casi nada» para ti, tu otra mediocridad te importará lo mismo que una pequeña nube en un día soleado. Estoy diagnosticado con trastorno bipolar y esta reflexión la dejo para que seas tú mismo quien descubra si mis palabras reflejan de alguna forma tu situación. Me encantaría que no lo hicieran, y si lo hicieran, que les encontraras alguna utilidad. Y si me escribes, comenzaremos una pequeña conversación. 🙂
Hay 3 comentarios en este articulo
Hola Alverto,
Desde un tiempo vengo siguiendo tu blog con gran interés. A mí, aún no me han diagnosticado el trastorno, pero tus comentarios me ayudan mucho en el día a día. Me trasmiten tu sabiduría, paz y serenidad. Me parece que debajo de tu seudónimo se esconde un gran comunicador, un gran maestro y una gran persona.
A veces pienso, los conceptos tales como el estrés o la autoestima son unos conceptos muy vanales.
Por ejemplo, la autoestima. ¿Qué se esconder bajo la autoestima?, un concepto del Yo erróneo.
¿ Pero que es el Yo?, Un concepto creado por mi mente, por lo que es algo maleable y cambiable, pero ¿ existe ?. Existe mientras yo me lo crea. Todos estos conceptos creados por mi mente son peligrosos e irreales.
Me digo a mí mismo ! Olvídate de todo cojones!!, Yo no soy, o soy, depende de mi. Yo soy eso.
Mi verdad es el Amor, el desprenderse de todo hasta de mi yo. Esa es la verdad que se esconde detrás de todos estos problemas. Un Yo gigantesco o enano producido por mi mente es el problema. En el Amor no hay yo, sólo hay sitio para el Amor.
El Amor es Dios para unos, los otros para otros, pero lo que está claro es que no deja sitio al Yo.
Pero ¿ dónde está el Amor?
El Amor está en tu entrega, escribiendo este blog para que pueda ayudar a alguien, es Amor está en el servicio sin esperar nada a cambio, el amor está en el vaciarse, en el dar, o es donde yo reconozco el amor.
Me gustaría que pusieras algún comentario al respecto ya que seguro que es muy acertado y me ayuda a seguir creciendo.
Me encanta lo que has escrito. En realidad trascender al ego es lo que todos conocemos como Amor con mayúsculas. Muchos de los dolores del alma sólo pueden ser aliviados con el amor y la entrega desinteresada a los demás. Es bálsamo para aliviar especialmente el sufrimiento propio del egocentrismo y el aislamiento. Y como último premio nos regala la tan ansiada por todos y desconocida por muchos sensación llamada felicidad. Siempre tendrás a tu alrededor a quien regalar tu Amor, la moneda más universal y valiosa que podemos encontrar. El trastorno bipolar y el amor me inspirarán próximas publicaciones. Gracias por inspirarme. :)
Alberto me siguen gustando tus reflexiones. Casi que te estoy siguiendo a diario...