El diagnóstico de trastorno bipolar, a veces, tarda en llegar. Depende no sólo de la franqueza del paciente, sino también de la profesionalidad del psiquiatra que lo trata. Normalmente, suele llegar después de varias crisis de manía o euforia, una vez que éstas han sido identificadas por el profesional médico encargado de evaluar al paciente.
Cuando una persona ha sufrido varias crisis y el sufrimiento emocional que conllevan todas ellas, lo habitual es tomar una actitud inconscientemente pasiva. Es como si, al quedarnos quietos, el sufrimiento fuera menor. Algunos de nosotros, además intentamos maquillar la tristeza o la apatía, cuando estamos sumidos en ellas. Ambas actitudes son perjudiciales para nosotros mismos. El movimiento atenúa el sufrimiento, entre otras cosas, porque cuanto mayor es el número de estímulos cuando uno está deprimido, antes sale uno de la indeseada depresión. Por este motivo, todos recomiendan mantener rutinas cuando uno se encuentra en horas bajas y no tiene fuerzas ni siquiera levantarse de la cama. Particularmente, me parece de gran utilidad mantener rutinas estimulantes y placenteras para recobrar el bienestar cuanto antes.
En cuanto al repliegue de las emociones también perjudica notablemente porque aumenta la ansiedad y el automático rumiar de las preocupaciones recurrentes. Compartirlas nunca puede hacer daño, sino todo lo contrario. Pero es muy importante elegir con quién hacerlo, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad. Seguro que sabes perfectamente con quién hacerlo y con quién no. Imprescindible que sea al menos una persona. Preferiblemente, dos o más.
La última vez que me deprimí sólo lo comenté con dos personas y mi psiquiatra. Nadie de mi entorno sabía que lo estaba, y el fingir me costaba un esfuerzo doble. La depresión me duró más de cuatro meses, antidepresivos incluídos.
El problema de quedarte inmóvil cuando estás deprimido, es que tu cabeza no se para, sigue elaborando pensamientos negativos que se contagian con gran rapidez. Necesitas distraerte; salir a pasear, quedar con gente aunque no tengas ganas (evitar el aislamiento), y una rutina a la que debes obligarte y gradualmente incrementar según te vayas encontrando mejor. Soy bipolar como tú, y sé tan bien como tú que no es fácil. ¿Pero alguien ha dicho que la vida sea fácil?
Hay 8 comentarios en este articulo
Que bueno haber encontrado este blog. Es una bendicion para mi y mi hija de 17 anos que acaba de ser diagnosticada. En realidad no sabia mucho al respecto, pero buscando y profundizando tengo mucha esperanza de que ella se recuperara, pues ella misma se autodiagnostico y es muy sincera con sus sentimientos y no teme al expresarmelos.
Gracias por estas informaciones que compartes, son de tanta ayuda y me confirman que si hay esperanzas. Dios te bendiga y haga tu andar y tu vida cada vez mas placentero.
Olvide comentar que el psiquiatra se sintio comodo con ella ya que dice es un gran paso cuando el paciente esta tan conciente de su bipolaridad. Los medicamentos ya empiezan a hacerle bien, pues ella esta en una fase muy leve.
Alberto, eres maravilloso, compartiendo en este blog todas tus experiencias que tan importantes son para nosotros y aplicables, sin duda, para cuando llegue el momento.
Gracias de nuevo.
Nunca desistas de esto, me encanta.
Como siempre muy elocuente. Muy cierto lo que al final enfatizas: Por más pasivos que seamos en los físico, nuestra mente anda a mil por segundo y desafortunadamente regodeándose en ideas negativas.
Un abrazo!!
Alberto, que buen artículo, habla de una actitud nuestra que puede ser la diferencia entre salir de una depresión o encapsularse en ella.
Esa conducta de "maquillar" la tristeza se nos hace costumbre hasta que nos la creemos y ahi reside el peligro de vivir por tiempos muy prolongados depresiones mayores que no son tan fáciles de remontar. La diferencia la hace, creo yo, el conocimiento.
Saludos Libertad Ceronueve
Anónimo,me alegro mucho de que tu hija se vaya recuperando con ayuda de la medicación. Si su psiquiatra ya le ha diagnosticado, supongo que le habrá informado de las precauciones que debe tomar a partir de ahora.
Bipolarve, 9 estrellas y libertad09! Me hace mucha ilusión también leeros por aquí. Dejadme comentarios siempre que queráis, porque escribir, a veces, cuesta. Con vuestro ánimo se hace más fácil! :)
Alberto, un sólo matiz, dices al final "soy bipolar, igual que tu". . . no lo somos, somos mucho más que eso, aunque padecemos un Trastorno Bipolar.
Las palabras, su efecto y nuestra expresión, pueden ayudarnos o inclinar la balanza al otro lado.
Por lo demás, me encanta, estoy ahora con los comentarios. Un saludo, y gracias!!
Ana, ser bipolar cuando no afecta a tu vida, es igual que ser tímido o llevar gafas. Vamos, que para mi no tiene ninguna importancia. Si mi vida fuera un desastre como lo fue durante mucho tiempo, seguramente me costaría más esfuerzo, o mejor dicho, no diría "soy bipolar"... en realidad creo que dejé de rechazar "la etiqueta" en el momento en que encuentré la estabilidad. Además me gusta, porque me hace sentir uno más de tanta gente maravillosa que conozco y padece TB. Un abrazo, Ana.