Después de haber hablado de lo importante que es no tragarse las emociones para evitar una indigestión, en este comentario voy a hablar justamente de lo contrario. Ser capaz de regular la respuesta a una agresión o una ofensa constituye una asignatura completa y, a veces, se convierte en el «más difícil todavía». Me refiero no sólo a las ofensas y agresiones deliberadas, que también existen, sino a aquellas que pueden hacer emocionalmente el mismo daño sin ninguna intención.
Si dominar una de las dos artes se puede considerar un reto difícil, hacerlo en las dos situaciones resulta casi inhumano. Hay quien es capaz de esbozar una sonrisa ante el mayor de los ataques, cyborgs de última generación impasibles ante cualquier agresión o atropello. Suelen ser personas excesivamente seguras de sí mismas y emocionalmente pobres. Desgraciadamente, y como cualquiera, he sufrido agresiones más o menos directas que psicológicamente me hicieron mucho daño. Afortunadamente, son heridas ya cicatrizadas.
Las personas diagnosticadas con trastorno bipolar, en general, somos sensibles y por lo tanto más vulnerables que muchas personas de nuestro entorno. Hace mucho tiempo una simple opinión podía herirme, ahora son necesarios muchos requisitos para llegarme al corazón. El primero de ellos es muy importante tenerlo en cuenta y es una cuestión de filtro. Solo una persona a la que quiero y me quiere me puede ofender o herir con una palabra o un hecho. Me sobran dedos de las manos para contarlas, como a cualquiera que se pare a pensar un poco en este doble filtro. Si coges un bolígrafo y un papel para escribir la lista te darás cuenta, al menos, de dos cosas.
Primeramente, te darás cuenta de que puedes querer a muchas personas que, el tiempo o los hechos, te han venido a demostrar que tu amor no fue correspondido. La primera sorpresa es bastante desagradable, pero te ayudará a reducir tu círculo de personas capaces de ofenderte. En segundo lugar, te darás cuenta de que hay personas que te importan y a las que importas. Esta segunda conclusión es más gratificante y te servirá para centrar tu tiempo y elegir con quién compartirlo.
Hablar de ofensas siempre lleva a hablar de egos, generosidad o perdón. Hoy elegi un ejercicio más práctico porque la teoría la conocemos todos bastante bien 🙂
Hay 13 comentarios en este articulo
Hay un dicho en boca de muchos: "No ofende el que quiere sino el que puede". En mi caso, en lo que a mi respecta bien se le puede dar la vuelta también, pues me ofenden igualmente el que puede y el que quiere, como si bastara únicamente la intencionalidad. A veces incluso, tras cotejarlo, es el resultado de la incorrecta interpretación que hago de una determinada situación o de lo que creo percibir.
A lo largo de lo vivido ya, oigo a la peña decir que uno a de comportarse en la vida ajeno al juicio que de uno hagan los demás. No tengo ninguna objeción al respecto, es más me parece algo loable, pero en mi caso particular esta premisa de comportamiento me resulta dificilísima. Más aún cuando descubro de qué modo y manera me condicionan los juicios que se vierten sobre personas con las que trato, inclinándome hacia a ellas o aumentando mis precauciones.
Volviendo a lo que a uno hiere o no, supongo que entran en juego muchos factores. En mi caso me atrevería a decir que cualquier persona puede hacerme sentir herido, dolido u ofendido. Tengo, como cualquier otra persona, mi propia sensibilidad. Una sensibilidad que gusta de polarizarse es cierto y que aún así la amo, como tengo mis heridas, cicatrizadas o no, que me gusta exponer al aire y sin vendajes, con el riesgo de roces no queridos y de roces curativos también. Me estoy dejando llevar por las palabras, pero es que soy de los que piensan que el corazón no se puede cerrar o no se debe. Que si uno se cierra a lo que le puede herir, también se cierra a lo que uno puede amar. Ya ves, soy un teórico del amor.
Se dice del amor que tiene la fragancia de una rosa, también su fragilidad, sin olvidarnos de sus espinas dolorosas.¿Quién no ha experimentado dolor en el amor?.
Creo que empiezo a extenderme demasiado con divagaciones teóricas, así que quiero terminar con algo positivo: Se ama lo que se conoce. El máximo amor lo concibo como la total y definitiva destrucción de las barreras entre uno y lo que le rodea. Lo concibo también como un estar perdido y encontrado.
Y para esta tarea espero vivir cienmil o un millón de vidas, aunque en cada una de ellas me deje el pellejo en el intento. Sólo le pido a la existencia que no deje de amarme.
Salud y feliz solsticio
y cómo no
paz y buen rollo
Dos cositas más: me reconozco víctima, pero también verdugo. Y segunda: no he hecho el ejercicio que propones.
Sorry
alberto, has estado muy inspirado con este comentario ;). Yo también entiendo el amor de la misma forma en que tú lo haces. Quizás sea un poco menos idealista, algunas personas me han decepcionado tanto que no quiero "abrazar a todo el mundo". Sólo abrazo a quien responde a los abrazos, lo siento, soy demasiado humano :)
Ahí lo tienes, por si algún día te animas. Te lo recomiendo, creo que no te hará ningún daño :)
De momento mi ment es algo tan syupersensible que venga de donde venga el viento le hace daño. Garri. Os veo a aos luz.
Recien diagnosticada aunqe años conviviendo con ello parece que he de dar los primeros pasitos que había dejado atrás, de nuevo y humilla, ----------Garri
Garri, se puede seguir siendo sensible pero sin dejar que cualquiera pueda hacerte daño. Como tantas y tantas cosas, con la experiencia se aprende mucho, y especialmente con las malas experiencias :)
Mucha suerte con tus primeros pasitos, Garri :)
Hola recién diagnosticada y con muchas preguntas y temores, al principio no quería aceptar esta realidad, pero ya tengo tratamiento me gustaría conversar me siento perdida. Al ver su bloc me gustaría tener esa esperanza que si puedo lograr una vida mejor por mi y mi familia
Ana, al principio los temores son muy normales pero no hay ningún tratamiento que pueda acabar con ellos. Si cuentas con un buen médico y un mejor psicólogo, tendrás una vida mejor en todos los aspectos. Una vez que uno deja atrás los síntomas, la vida vuelve a ser la misma que era antes de empezar a sufrirlos. O incluso mejor :)
Es increíble testimoniarlo de esa forma, Ana Maria, siempre fue un sueño mío enamorarme de una bipolar, bueno es obvio que yo lo soy, y para los demás, ofrescan opiniones con la única intención de aplaudir al bipolar, y bueno, nosotros , los bipolares, esta permitido atacarnos, somos así, yo quisiera ver mi futuro, pues, mi seguridad seria infinita, y trataré siempre de no defraudar a mi señor.
Hola.
Creo que he sido toda mi vida bipolar, pero no había tenido hasta ahora más que cambios de humor en cuestión de minutos, pero desde hace un par de años, la cosa se ha complicado.
Me ha dado algún brote psicótico.
Ahora estoy medicada. A ver qué tal me va. Por mí, pero sobretodo por mi gente, que ya ha sufrido bastante.
Cuídate mucho, Norma. Y evita el estrés siempre que puedas.