Hace muchos años idealizaba mi futuro de una manera muy fantástica. Hacerlo me llevó a sufrir una hipomanía y sentí por primera vez lo que es sentirse mejor que muy bien. Dormir muy poco, sentirme demasiado estimulado y con muchas ideas de futuro muy alejadas de mi realidad, fueron las señales de que aquello no acabaría bien. Desde que he comprendido lo que me pasó, y otras muchas cosas, no he vuelto a sufrir los síntomas del trastorno bipolar y me siento muy bien. Sentirse muy bien es mejor que sentirse mejor que muy bien.
He escrito este comentario para que los demás puedan reflejarse en mi experiencia y en la de otras persona. Si quieres escribir el tuyo y contestar a esta pregunta, podrás hacer que otras personas que todavía sufren aprendan algo importante.
Hay 8 comentarios en este articulo
Mi problema es que yo espero demasiado de los demás, inclusive de mis hijos. Siento que soy merecedora de mucho..y cuando eso no se da a cabalidad me invade la ira y decepción y me da el bajon. Yo me preocupo por los demas y espero el mísmo trato... y la gente abusa..eso me enoja.
Claro que SÍ.
Por idealizar en el ahora, no he disfrutado en el futuro, pues todo ha quedado en el pasado incierto de mis idealizaciones.
Por eso trato de vivir, sentir, pensar, y actuar en el presente, pues valoro la vida. Tal como la vida es perfecta, todo lo que acontece en ella es perfecta.
Si siempre idealizo mis parejas... Luego me estrello durisimo contra el piso. Sera q con psicoterapia se pueda mejorar eso?
Por supuesto que si. Llegué a idializar hasta una relación tóxica, por poner un ejemplo de como me hice tanto daño sin tener plena conciencia de ello.
Ahora que gracias a Dios me encuentro más consciente de lo que me pasó puedo ver como idializaba situaciones y personas, esto me llevó a no tener una pareja, a emprender un sin fin de actividades que al final del día me dejaban exauta .
He idealizado todo y me considero un hombre de muchos planes, he tenido muchos logro e igual numero de fracasos algunas veces he sentido la derrota y me he sentido vencido y sin ganas de continuar pero luego medito reflexiono y al rectificar doy continuidad a nuevos planes y proyectos
Suelo idealizarme a mi mismo. Creerme mas de lo que soy. Con un sesgo de perfeccionismo que siempre me juega en contra debido a la sobreexigencia de querer mantenerme siempre ahi. Querer ser perfecto conlleva miedo al error, al fracaso y a la soledad, de no ser querido y aceptado por todos.
Llevo 30 años en el camino recto del matrimonio, con un hombre maravilloso que está tan arriba que al alzar mi mirada los destellos de luz me enceguecen.
Tan especial e inigualable. Aún recuerdo cuando lo conocí, tan diferente a mí, con todo lo que a mi me faltaba. Así fue que caí en la trampa de la dependencia emocional, entregada al mil por ciento donde mi prioridad de ser feliz es la felicidad de él.
Bueno, con sicología estoy trabajando en ello.