Hace muchos años idealizaba mi futuro de una manera muy fantástica. Hacerlo me llevó a sufrir una hipomanía y sentí por primera vez lo que es sentirse mejor que muy bien. Dormir muy poco, sentirme demasiado estimulado y con muchas ideas de futuro muy alejadas de mi realidad, fueron las señales de que aquello no acabaría bien. Desde que he comprendido lo que me pasó, y otras muchas cosas, no he vuelto a sufrir los síntomas del trastorno bipolar y me siento muy bien. Sentirse muy bien es mejor que sentirse mejor que muy bien.

He escrito este comentario para que los demás puedan reflejarse en mi experiencia y en la de otras persona. Si quieres escribir el tuyo y contestar a esta pregunta, podrás hacer que otras personas que todavía sufren aprendan algo importante.