Una de las personas que más me ha influido últimamente es bipolar. Sin querer queriendo nos hemos convertido en una persona con dos cabezas y dos corazones. Soy feliz teniendo a Jose como amigo.

Cuando nos conocimos hace tres años había salido del hospital por un viaje sin alas como yo mismo hice dos veces hace ya mucho tiempo. La última vez que estuvo a punto de volver a ese lugar donde se sufre mucho, se libró por los dos pelos de Filemón. Su padre me dijo que yo era un ángel caído para su hijo. Ahora me doy cuenta de que él también ha sido un ángel caído para mí. Un hombre en París vio sus alas, yo las he sentido. Cada vez que abre la boca yo me callo. Es tan sabio que no sabe que es un savant. Hace incisiones con el bisturí de sus neuronas en la realidad y riega con la sangre de su corazón a quien le quiere. Tiene la inocencia del niño bueno y la risa del hombre despreocupado. Irradia la generosidad de muchas personas que no tienen nada, y el amor infinito de una buena madre.

Sólo quería decirte, don José, tres cosas: gracias, gracias y gracias.

«Si eliges buenos referentes-buenos te resultará más fácil. Observa lo que hacen y piensa por qué lo hacen. Encuentra tu manera de hacer lo que ellos hacen y tu motivo para seguir haciéndolo. Uno no deja de ser uno mismo por querer ser como alguien. Si piensas que no necesitas cambiar, pero no te sientes bien, algo puedes hacer. Piensa en ello una y cien veces, puede que te ayude»