No he tenido mucha suerte en esta vida. Dicho de otra manera, he tenido muy mala suerte. Me han rodeado varios majaderos que se han equivocado conmigo. Esta semana he tenido que dar un puñetazo en la mesa y me lamento por no haberlo hecho antes. Aunque como dice el dicho: «nunca es tarde»

Ahora me doy cuenta de que muchos problemas de salud que sufrí tuvieron mucho que ver con los desequilibrados que me rondaron. Si eres latino y la palabra majadero no significa mucho para ti te la traduzco a otra más castiza: descerebrado. Nada de conspiranoico ni psicótico. Una realidad muy palpable que acabará por hacer daño a quien pretenda hacerme daño. Si tú que me lees sabes de qué te hablo, aléjate de mi desde ya.

Mi buena suerte está en esta fotografía vestida de blanco. El día de nuestra boda tuvimos mucha suerte con el tiempo y todo lo demás. La mayor de mis suertes de hoy tiene nombre de mujer: Isabel.