Cada vez me cuesta más hacer las cosas. Si tengo tres importantes por hacer, no soy capaz de encajarlas en mi rutina con facilidad. Voy a necesitar organizar mi tiempo mejor.

Mi salud física no va a ir a mejor. Un truco que voy a poner en práctica desde ya, es ponerme a hacer algo que me cuesta sin pensarlo dos veces. Si lo pienso dos veces, lo dejo para mañana y el mañana llega cada vez con más cosas pendientes por hacer. Quien bautizó la procrastinación, quiso que sonara mal. No sé cuanto tiempo voy a poder con mi dedicación a Esperanza Bipolar tal y como lo he hecho hasta ahora. Nunca he sido la clase de persona que puede hacer muchas cosas a un ritmo rápido y ahora menos.

Un amigo valenciano que recuerdo con cariño me solía decir: «poc a poc». Otro me dijo un buen día: «poco a poco se hizo mucho». Yo no tengo ni idea si he hecho mucho, siempre depende de con quién te compares. Como aprendí a no compararme me va mejor. Con mi salud física es todavía más difícil tener un referente. Tengo peor salud que un octogenario con buena salud desde los cuarenta años.

Ayer me encontré a una persona de sesenta años que tenía peor salud que yo. Él no tiene ningún diagnóstico de salud mental que yo sepa. No me había pasado nunca con una persona cercana y me sorprendió que alguien no pudiera andar a mi velocidad de abuelo y que necesitara sentarse antes que yo.

«Hacer una cosa que puedas y consideres importante al día es suficiente si no puedes hacer más. Si algún día puedes hacer dos, será buena señal. Poco a poco es más fácil aunque no siempre es fácil. Si estás saliendo de una depresión es una buena manera de sumar. A veces, tampoco es necesario sumar, basta con mantenerse»