Estos días he andado peor de tiempo y no he encontrado el momento y la tranquilidad para escribirte. Que sepas que no me olvido de ti.

Evitar una crisis no debe ser tan fácil cuando, según los expertos, las estadísticas de recurrencia de la depresión y la manía – o hipomanía- obligan a referirse al trastorno bipolar como una enfermedad altamente recurrente. Bien tratada se espera un buen pronóstico, también afirman. Mejor tratada, opino yo, para muchos dejaría de ser una enfermedad crónica. El problema es doble: ni se cuenta con los recursos necesarios, ni se apunta en la dirección correcta. Aunque hay iniciativas y proyectos de investigación que tienen mucho interés, a nivel práctico, los psiquiatras parecen tener dificultades para convertir conocimiento en competencia. Aunque admiro cómo hacen su trabajo algunos, no me gustaría estar en su piel. Cambiar la vida de una persona con dos conversaciones al año y un talonario de recetas es misión imposible en demasiados casos.

Pensando en lo que sí depende de ti te voy a comentar algo importante.Tiene que ver con una capacidad que todos tenemos y no siempre aprovechamos: la capacidad de prever. Aunque es mejor que hayas aprendido mucho sobre ti antes de pulir esta capacidad, puedes empezar a ponerla en práctica desde hoy mismo. Personalmente, no la utilizo a diario, Sin embargo, cuando pienso en las consecuencias que algo puede atraer a mi vida, me cuido mucho de valorar los riesgos. La última gran lección en este sentido la tuve hace ya varios años. Después de aprendida la dejé escrita en un post-it que está en mi escritorio para no olvidarla. Ahora mismo puedes escribir una nota si este comentario te ha traído algún recuerdo a tu memoria.

Algo que me hace sentir especialmente bien es saber que soy competente en lo que hago. En el año 2012, cuatro de cada diez personas que habían pasado por la asociación Esperanza Bipolar se sentían mucho mejor que en el momento en que llegaron al grupo. Conozco muchos de los porqués y voy a seguir trabajando en la misma dirección. Al menos, durante los próximos dos años. Más adelante, ya veremos 🙂