Durante años salté entre zonas seguras. Quien recomienda salirse de la zona de confort puede que no haya sufrido el estrés como yo lo sufrí durante años. En los últimos diez, he saltado entre zonas. No es una palabra que me guste, pero la zona de confort es el lugar donde te sientes cómodo y seguro.

Sin embargo, me enfrenté a distintos retos buscando maneras que no me supusieran estrés. Así todo, me encontré con él más de una vez. Tuve que parar y vuelta a empezar. Por otro camino, o un tiempo después. La cuestión es que he huido del estrés siempre que lo he sentido en el cuerpo. El estrés es una señal que necesitamos atender. El cuerpo es sabio, dijo el sabio.

Ahora estoy en una nueva zona desconocida para mí. Ya no me siento inseguro ni incómodo, ni siento estrés en ninguna situación. No soy un robot, pero no me estreso como antes. Esta sensación tan nueva me hace sentir muy bien porque antes reconocía mis limitaciones en cuanto el estrés me ponía en mi sitio.
El estrés predispone a los síntomas del trastorno bipolar. No sólo a la depresión, también a la hipomanía o la manía. La química hace que seas más sensible a determinadas situaciones y está muy bien saberlo. 
Empieza la semana y hoy he establecido nuevos contactos interesantes. :))