Escribir en este blog, para mí es un placer. Uno de tantos. Aunque no te conozco, ya me puedes considerar casi un amigo. Hace mucho tiempo dejé un comentario invitándote a conocernos, y ahora vuelvo a invitarte. En verano o vacaciones, si vienes al norte y te apetece, podemos charlar de lo que quieras. Si tienes alguna duda o quieres que te cuente qué es para mi lo más importante que he aprendido respecto a esta enfermedad que ya no padezco, yo encantado de pasar unas horas contigo y charlar sobre el tema. Ya habrás visto que aquí voy dejando muchas de las cosas que considero más importantes respecto al trastorno bipolar. Algunas de ellas puede que no te hayan ayudado, espero que otras sí lo hayan hecho.

Cuando termina un año, todos estamos predispuestos a hacer balance. Yo ya no suelo pensar demasiado en si el año que termina ha sido bueno o podría ser mejor. Tal y como está mi salud física, mejorar mi situación es bastante difícil. Psicológicamente y emocionalmente me encuentro como nunca. Cuando tenía salud física, andaba como vaca sin cencerro. Ahora que me siento bien, el cuerpo no está al cien por cien. Aunque ya no lo estará nunca, he aprendido a vivir con lo que tengo y le saco chispas. En los últimos años, siempre pienso que es difícil que me sienta mejor, y, sin embargo, cada año gano un poco más en calidad de vida. Hay tantas cosas de las que disfruto en la vida, que aquellas que no puedo disfrutar ni las veo. Pasear y ver el mar, cuando pensé que nunca más podría volver a hacerlo, es uno de los mayores placeres que disfruto todos los días. La música, que también me apasiona, es otro de mis grandes placeres. Hace no tanto tiempo que he decidido que no voy a dedicar ni un día de mi vida a algo que no tenga ningún aliciente para mi. Fueron demasiados los años que me dediqué, sin darme cuenta, a un trabajo que tenía el sabor de una sopa sosa. Ahora toca disfrutar de muchas ocupaciones que me saben muy bien.

Me gustaría saber cuál es tu situación ahora mismo. Y más me gustaría que tu situación haya mejorado en este último año. He visto en la asociación de Bilbao personas diagnosticadas con trastorno bipolar que han  mejorado mucho en los tres últimos años, pero también conozco otras con limitaciones o que siguen sin sentirse bien. Sé que a todos no nos afecta, o ha afectado, por igual la enfermedad. A pesar de ello, soy muy optimista con todos ellos. He visto a algunos que estaban sufriendo mucho y han dejado de hacerlo y empiezan a disfrutar de la vida. Si ellos han podido, muchos otros pueden hacerlo. Y, cómo no, tú también.