Una manera de avanzar en la dirección de la recuperación del trastorno bipolar es encontrar algo altamente motivador. Yo lo encontré hace diez años y eso cambió mi vida de forma radical.

Aunque la suerte influye mucho en ese «encontrar», la única manera de tener más posibilidades es no dejar nunca de buscar. En general, no es necesario insistir durante años en algo para reconocer si es motivador o no para ti. Lo más habitual es que surja el «flechazo» de una forma rápida. Parece  bastante improbable encontrar una pasión a juzgar por lo que se ve por ahí. Y no hablo sólo de las personas diagnosticadas son trastorno bipolar, sino de todas. 

Las personas con bipolaridad sin una motivación elevada pueden tender a la depresión. Al menos, ese fue mi caso durante años. Tuve que sufrir varias depresiones hasta el flechazo. Además, tener que llevar una vida «obligada» sin motivación es muy estresante. Tirar de ti mismo cansa mucho y provoca ansiedad a largo plazo.

Una pasión puede conducir a la manía si no se sabe cómo manejar. Yo aprendí a mantener la motivación sin que se me vaya la cabeza. Me llevó su tiempo, pero finalmente lo logré. 

Aunque sé que todas las personas con bipolaridad no tienen problemas con la motivación, sino con otras facetas de la vida, yo te hablo del que fue mi mayor problema. Conozco otros grandes problemas relacionados con la bipolaridad, pero para mí han sido mucho más pequeños.